jueves, 21 de agosto de 2014

WARREN III. PERDIDAS Y GANANCIAS


LA CUENTA DE PÉRDIDAS Y GANANCIAS

Warren empieza siempre por estudiar la cuenta de pérdidas y ganancias de las empresas. Estas cuentas indican al inversor los resultados de las operaciones de la compañía durante un periodo concreto. Una cuanta de P y G tiene tres componentes básicos. En primer lugar, los ingresos del negocio, y después los gastos de la compañía, que se restan de los ingresos y nos indican si la compañía terminó el periodo en cuestión con beneficios o pérdidas.

Unos de los aspectos de la perspicacia de Warren fue dividir el mundo de los negocios en dos grupos diferentes. En primer lugar estaban las compañías con una ventaja competitiva duradera a largo plazo sobre la competencia. El otro grupo eran todos aquellos negocios mediocres que luchaban año tras año dentro de un mercado competitivo, lo que los convertía en unas malas inversiones a largo plazo. En la búsqueda de uno de estos increíbles negocios se dio cuenta de que los componentes individuales de la cuenta de P y G de una empresa podían indicarle si la compañía poseía o no la ventaja competitiva duradera a largo plazo que él tanto codiciaba y que iba a convertirle en súper rico. No sólo era una cuestión de si la compañía ganaba dinero o no. Lo importante era el tipo de márgenes que tenía, si debía destinar mucho dinero a desarrollo e investigación para conservar su ventaja competitiva y si tenía que endeudarse de una manera importante para ganar dinero. Para Warren la fuente de las ganancias es siempre más importante que las ganancias en sí mismas.

INGRESOS: LA VÍA DE ENTRADA DEL DINERO

La primera línea de la cuenta de pérdidas y ganancias indica siempre los ingresos totales. Esta es la cantidad de dinero que entró por la puerta durante el periodo en cuestión (un trimestre o un año).

Para determinar si una empresa consigue beneficios hay que restar el importe de los gastos del negocio de estos ingresos totales. Los ingresos totales menos los gastos nos dan los beneficios netos. Uno de los grandes secretos para ganar dinero es gastar menos.

COSTE DE LAS VENTAS: CUANTO MÁS BAJO, MEJOR

Justo debajo de la línea de ingresos totales se encuentra el importe del coste de las ventas. Es el coste de compra de los artículos que la compañía revende o bien el coste de los materiales y la mano de obra utilizados para la fabricación de los productos que vende. Si la compañía se dedica a la prestación de servicios y no a la venta de productos, entonces acostumbra a utilizarse “coste de ingresos” en lugar de “coste de ventas”.

MARGEN BRUTO/ PORCENTAJE DE MARGEN BRUTO

Si restamos de los ingresos totales de la compañía el importe del coste de las ventas, obtendremos el margen bruto. Este es el dinero que gana la compañía a partir de sus ingresos totales después de restar los costes de las materias primas y de la mano de obra utilizados para producir las mercancías. Aquí no se incluyen categorías como los costes de ventas o administrativos, la amortización ni los costes financieros de llevar el negocio.

 El margen bruto por sí solo nos dice muy poco, pero si lo dividimos por los ingresos totales nos da el porcentaje de margen bruto, y eso si que es relevante.  Las empresas que tienen unos factores económicos excelentes a largo plazo que juegan a su favor acostumbran a presentar unos porcentajes de margen bruto más altos que los que no la tienen. Este porcentaje de margen bruto alto lo crea la ventaja competitiva duradera, que es lo que le da la libertad para fijar el precio de los productos y servicios que vende muy por encima del coste de las mercancías vendidas. Sin una ventaja competitiva, las empresas deben competir bajando los precios del producto o servicio que venden. Ello provoca una reducción de sus márgenes de beneficios y, en consecuencia, de su rentabilidad.

Como norma muy general, con sus excepciones, puede decirse que las compañías con unos porcentajes de margen bruto del 40% o superiores acostumbran a ser empresas con algún tipo de ventaja competitiva. Cualquier porcentaje del 20% o inferior es normalmente un buen indicador de una industria altamente competitiva en la que ninguna compañía es capaz de crear una ventaja competitiva duradera sobre la competencia.

No podemos olvidar que una compañía con un porcentaje de margen bruto alto puede ir por el mal camino y quedarse sin su ventaja competitiva. Una de estas maneras son los costes de investigación altos, otra son los gastos de ventas y administrativos y una tercera manera son los gastos financieros altos sobre la deuda. Cualquiera de estos tres costes puede destruir la solidez económica de la compañía a largo plazo. Estos costes se conocen como gastos de explotación y son la espina para cualquier negocio.

GASTOS DE EXPLOTACIÓN

Justo debajo de la línea del margen bruto de la cuenta de P y G aparece un grupo de gastos conocidos como gastos de explotación. Éstos son todos los costes directos de la compañía asociados a la I+D y al desarrollo de nuevos productos, los costes de ventas y administrativos de poner el producto en el mercado, la amortización, los gastos de reestructuración y desvalorización y el “varios” que sirve para todo y que incluye todos los gastos no de explotación y no recurrentes. Una vez que se suman todas estas entradas, el resultado son los gastos de explotación totales de la compañía, que a continuación se restan del margen bruto para darnos los beneficios o las pérdidas de explotación de la empresa.

GASTOS DE VENTAS, GENERALES Y ADMINISTRATIVOS

Incluyen los salarios de administración, el coste de la publicidad y los viajes, gastos jurídicos, costes por las nóminas y similares.

Aquí es muy importante la flexibilidad. Si las ventas empiezan a caer, significa que caen los ingresos. Si la compañía no puede reducir los gastos VGA con la suficiente rapidez con la que caen los ingresos, los gastos empiezan a comerse cada vez más su margen bruto.

Cuanto más bajos sean los gastos VGA de la empresa, mejor. Y si estos pueden mantenerse bajos de una manera sistemática, todavía mejor. En el mundo de los negocios, todo lo que esté por debajo del 30% se considera fantástico.

INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO

Lo que parece una ventaja competitiva duradera a largo plazo es, con frecuencia, una venta conferida a la compañía por una patente o algún avance tecnológico. Si la ventaja competitiva viene dada por una patente, como es el caso de las compañías farmacéuticas, llega un día en el que la patente expira y, con ello, desaparece la ventaja competitiva.

Si es la ventaja es el resultado de algún avance tecnológico, siempre existe la amenaza as de que una tecnología más moderna lo sustituya.

Estas compañías no sólo deben dedicar unas altas sumas de dinero a I+D, sino que también deben inventar constantemente nuevos productos y ello las obliga a rediseñar y actualizar sus programas de ventas.

La norma de Warren es, pues, la siguiente: las compañías que deben realizar grandes inversiones en I+D presentan un fallo inherente en su ventaja competitiva que pondrá constantemente en riesgo su rendimiento económico a largo plazo, lo que significa que no son seguras.

AMORTIZACIÓN

Todas las máquinas y los edificios sufren un deterioro a lo largo del tiempo; este desgaste se refleja en la cuenta de P y G bajo el concepto de amortización. Básicamente, el importe de la amortización de un valor durante un año concreto es un coste que se resta de los ingresos de ese año. Ello tiene mucho sentido: el importe de la amortización de un activo puede considerarse como que se ha utilizado para la actividad comercial de la compañía durante el año que ha generado los ingresos.

La amortización es un coste real de la actividad comercial, ya que en algún momento en el futuro ese activo deberá cambiarse.

La compra del activo hará que, en el balance, salga 1 millón de la partida de efectivo y pase a la partida de planta y equipos. Seguidamente, a lo largo de 10 años ( o la vida útil del activo) el coste amortizado de 100.000  al año aparecerá en la cuenta de P y G como un gasto. En el balance de cada año se restarán 100.000 de la partida de activos de planta y equipos y se añadirán 100.000 a la cuenta pasiva de amortización acumulada. El desembolso de capital real de 1 millón para el activo aparecerá en el estado de flujo de efectivo bajo los gastos de capital. El gasto no se asume en su totalidad en el año de la compra, sino que se asigna como un gasto de amortización a la cuenta de P y G en incrementos de 100.000 a lo largo de un periodo de diez años.

El EBITDA significa “beneficios antes de intereses, impuestos y amortización”. Warren cree que la amortización es un gasto muy real que debe incluirse siempre en todos los cálculos de ganancias. Si no se hace así, nos estaremos engañando a nosotros mismos a corto plazo pensando que el negocio obtiene más dinero del que gana realmente.

Las empresas con una ventaja competitiva duradera acostumbran a presentar unos costes de amortización menores expresados como porcentaje sobre el margen bruto que las compañías deben sufrir la desgracia de una competencia muy fuerte.

GASTOS FINANCIEROS

Son la línea que refleja los intereses pagados, durante el trimestre o durante todo el año, por la deuda que la compañía presenta en su balance de situación como un pasivo. La inmensa mayoría de las empresas productoras y de los negocios minoristas pagan más en intereses de lo que ganan con ellos.

Estos se conocen como costes financieros, y no como costes de explotación, y aparecen en una partida propia independiente. Cuanta más deuda tenga la compañía, más intereses deberá pagar.

Las empresas con una ventaja competitiva duradera presentan normalmente unos gastos financieros muy pequeños, e incluso inexistentes. Aquí la norma es muy sencilla: en cualquier industria, la compañía con la proporción más baja entre pagos de intereses y beneficios de explotación es normalmente la que tiene más posibilidades de disfrutar de ventaja competitiva.

GANANCIAS O PÉRDIDAS EN LA VENTA DE ACTIVOS Y OTROS

Se refleja aquí la diferencia entre los ingresos generados por la venta de un activo y el valor contable que aparece en libros.

Al ser operaciones no recurrentes, no debemos tenerlas en cuenta para cualquier cálculo de los beneficios netos y valorar si existe ventaja competitiva.

BENEFICIO ANTES DE IMPUESTOS

Son los ingresos de una compañía una vez que se han deducido todos los gastos pero antes de restar el importe de los impuestos sobre beneficios.

BENEFICIO NETO

Una vez que se han deducido todos los gastos e impuestos de los ingresos de una compañía, finalmente obtenemos las ganancias netas, es decir, el dinero que ha ganado la compañía después de pagar todos los impuestos.

Aquí hay un par de conceptos que ayudan a determinar si la compañía tiene una ventaja competitiva duradera:

El primero es si los beneficios netos muestran o no una tendencia histórica de crecimiento. La entrada de los beneficios netos de un año aislado no tiene ningún valor. Pero cuidado con la recompra de acciones. Si una compañía reduce el número de acciones en circulación, se estará reduciendo el número de acciones que se utilizan para dividir los beneficios netos de la empresa, lo que a su vez hará aumentar los beneficios por acciones, aunque los beneficios netos reales no hayan crecido.

Una norma muy sencilla es que si una empresa presenta un historial de beneficios netos superior al 20% de sus ingresos totales, existen muchas posibilidades de que ésta se esté beneficiando de algún tipo de ventaja competitiva a largo plazo. Si sus beneficios netos están por debajo del 10% sobre sus ingresos totales, es muy probable que esté operando en un sector altamente competitivo en el que ninguna empresa tenga una ventaja competitiva duradera. Entre el 10 y el 20% estarán un montón de empresas que pueden ser un verdadero tesoro como inversión que nadie ha descubierto todavía. La excepción pueden ser las empresas financieras, que pueden presentar números muy tentadores a costa de asumir riesgos demasiado elevados.

BENEFICIOS POR ACCION: LA DIFERENCIA ENTRE LOS GANADORES Y LOS PERDEDORES

Por norma general, cuanto más gana una empresa por acción, más alto es el precio de la acción. Para determinar esta cifra debemos tomar el importe de los beneficios netos y dividirlo por el número de acciones en circulación.

Lo que Warren busca es una imagen de beneficios por acción en un intervalo de diez años que muestre regularidad y una tendencia al alza. Los beneficios sistemáticos son normalmente el indicio de que la empresa vende un producto o una combinación de productos que no debe pasar por ningún proceso de cambio oneroso.

Hay sectores altamente competitivos que son proclives a los grandes altibajos. Las alzas aparecen cuando la demanda es superior a la oferta, pero cuando la demanda es alta, la empresa aumenta la producción para satisfacerla, lo que hace aumentar los costes y, a la larga, lleva a un exceso de oferta en el sector. Este exceso provoca una caída de precios, lo cual significa que la compañía pierde dinero hasta que llega la siguiente alza. Esto podríamos aprovecharlo para ir anti cíclicamente y aprovechar las bajadas.

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