lunes, 18 de agosto de 2014

ANÁLISIS DEL ESTILO DE WARREN BUFFETT

La mayor parte de las ideas de este post están sacadas del libro de Warren Buffett y la interpretación de los estados financieros.
Warren descubrió las enormes posibilidades de creación de riqueza de compañías que poseían una ventaja competitiva a largo plazo sobre su competencia. Se dio cuenta de que cuanto más tiempo se conservara uno de estos fantásticos negocios, más riqueza se conseguía.
"Hay que entender la contabilidad y hay que entender los matices de la contabilidad. Es el lenguaje de los negocios y es un lenguaje imperfecto, pero si no desea hacer el esfuerzo de aprender contabilidad, (la manera de leer e interpretar los estados financieros), nunca debería seleccionar acciones por su cuenta” W.B.

Debemos buscar dos cosas: cómo puede identificarse una compañía excepcional con una ventaja competitiva duradera, y cómo se asigna valor a una compañía con una ventaja competitiva duradera.
Algunas veces los precios de las acciones subirán hasta unos niveles increíbles en relación con la realidad económica a largo plazo de las empresas en cuestión. Otras veces los mismos especuladores provocarán que los precios de las acciones caigan en picado hasta unos niveles de locura que también ignoran las perspectivas de largo plazo de las empresas.
Warren vio que todas las empresas superestrellas presentaban algún tipo de ventaja competitiva que creaba una situación económica de tipo monopolio y que les permitía cobrar más por sus productos o vender mejor. Con ello, estas compañías ganaban muchísimo más dinero que las de la competencia. También observó que si la ventaja competitiva de una compañía podía mantenerse durante un periodo prolongado, entonces el valor subyacente de la compañía seguía subiendo año tras año.


Puesto que estos negocios disfrutaban de unos aspectos económicos increíbles que actuaban a su favor, no había absolutamente ninguna posibilidad de que cayeran en bancarrota. Ello significaba que cuanto más bajo cayera el precio de las acciones por culpa de los especuladores de Wall Street, menos riesgos corría Warren de perder dinero si las compraba. El precio bajo de las acciones también representaba un mayor potencial de subida y de ganancias. Y cuanto más tiempo conservaba estas acciones, más tiempo tenía para beneficiarse de sus grandes aspectos económicos.

Warren había dado con el Santo Grial de las inversiones; había encontrado una inversión en la que, minimizando el riesgo, aumentaba el potencial de conseguir beneficios. No obstante, no era necesario esperar a que Wall Street ofreciera un precio de ganga. Podía pagar un precio justo por una de estas grandes compañías y aun así obtener grandes beneficios, siempre que conservara la inversión durante el tiempo suficiente. El secreto es que mientras no se venda una acción, no se pagan impuestos sobre esos beneficios, y la capitalización compuesta hace el resto del milagro.
Mañana continuaré desarrollando este tema. Sólo acabamos de comenzar.
 

 
 

 

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